Estimados colegas, ayer día 30 de Diciembre, pese al tiempo reinante y la amenaza de tormenta, Jose (del club Argonautas) y un servidor, tuvimos la osada idea de introducirnos en nuestros uniformes de batalla (neopreno por un tubo) y enfrentarnos a las que sin duda, han sido las mejores olas que he cogido en la playa del Médano. Como primer plato estuvimos en la zona exterior del muelle, en la baja que todos conocemos, pues bien, las olas se sucedían de manera casi continua y con fuerza y tamaño crecientes, razón por la cual, tras haber cogido las mejores olas que haya visto jamás, decidimos pasarnos a aguas "más tranquilas". La tranquilidad de las olas de la playa del hotel duró poco, ya que en cuestión de media hora de disfrute con olas en dicha playa empezaron a llegar series de gran tamaño y fuerza. Las fuerzas, ya mermadas, marcaron el final de la estupenda jornada surfera.
Hoy tengo el cuerpito molido pero con una gran sonrisa cuando recuerdo a Jose disfrutando de unas buenas olas y de algún que otro esquimotaje no fructífero (jejeje), y como no, al recordar alguna que otra ola suicida de la que salí airoso y para más aliciente el de la cara de los surferos que habían en el lugar cuando nos vieron coger esas olas.
Aprovecho para agradecer a Jose su presencia ya que el disfrute en compañía es siempre doble.
Además, nuestra máxima en estos casos, en donde la razón dictaba quedarse en casita, calentitos , es "¿Qué somos?..."
Feliz año a todos/as
